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Juniors M.D. comienza a implementar el protocolo del Arzobispado de Valencia para prevenir y actuar en casos de abusos sexuales a menores

El Movimiento ha distribuido a los Centros una guía que resume y concreta los principales aspectos recogidos en el documento

 

El protocolo se presentó en la última Asamblea General de la entidad, celebrada el 4 de febrero en La Pobla de Vallbona

 

En noviembre se dedicó una sesión de ‘Espais Socials’ a tratar este tema, convertido en una prioridad para el desarrollo de su misión evangelizadora

 

La protección de los menores es una prioridad para Juniors M.D. Por este motivo, desde que el Arzobispado de Valencia publicó el Protocolo de Prevención y Actuación en casos de abusos sexuales a menores o personas equiparables legalmente el Movimiento se puso en marcha para implementarlo en todos sus ámbitos de actuación. El pasado mes de octubre se presentó en la Asamblea General y unas semanas después, el 29 de noviembre, la Secretaría Diocesana de Acción Social le dedicó a este tema una sesión del programa ‘Espais Socials’.

“Es un tema muy serio al que debemos prestar atención. Siempre lo ha sido y ahora que ya contamos con el protocolo todavía más, porque ya tenemos claras las pautas que debemos tener en cuenta para evitar problemas y saber afrontarlos cuando surjan”, señala el Presidente Diocesano de Juniors M.D., Luis Albors.

Guía Protocolo Menor

Ahora, tal y como se avanzó en la citada Asamblea General, ve la luz una guía que sintetiza los puntos más destacados del citado protocolo. Se trata de un tríptico elaborado por la Secretaría Diocesana de Legislación y con diseño y maquetación de la Secretaría Diocesana de Comunicación cuyo contenido se divide en tres apartados: Información de utilidad para los Centros, Recomendaciones durante las actividades y campamentos y Contactos de interés.

En el primero se recuerda la “prioridad absoluta” de este protocolo, las personas destinatarias del mismo, sus objetivos, la documentación relacionada imprescindible que debe constar en los Centros o en las parroquias y las directrices a seguir si aparece algún caso.

En el segundo se hace hincapié en el comportamiento y los límites. En este ámbito, se recuerda que “es imprescindible asumir el compromiso personal de participar en las formaciones que se propongan en materia de prevención y actuación en casos de abusos sexuales”; se recomienda usar la prudencia, llevando a cabo las muestras físicas de afecto con mesura y respeto; proporcionar modelos de referencia positivos; y evitar quedarse a solas con menores, entre otros consejos.

Además, se enumeran prohibiciones, como la de infringir castigos corporales; establecer relación preferencial con un menor de edad o persona legalmente equiparable; dejar a un menor en una situación potencialmente peligrosa; proponer juegos que puedan tener connotación sexual, “evitando el contacto físico sugestivo o dado a malinterpretaciones”; fotografiarles o grabarles sin el consentimiento escrito de sus padres; o quedarse a solas mucho tiempo con un menor, “en cualquier ámbito o circunstancia”.

Finalmente, se incluye una sección con los teléfonos, direcciones de correos electrónicos y páginas web útiles.

Tema del último Espais Socials

El ‘Espais Socials’ que se celebró el pasado miércoles 29 de noviembre sirvió para que los Centros preguntaran todas sus dudas acerca del ‘Protocolo de prevención y actuación en casos de abusos sexuales a menores’. El encargado de impartir la sesión fue D. Daniel Juan, director de la Oficina de Protección al Menor del Arzobispado de Valencia, quien insistió en la necesidad de tener presente este protocolo y de aplicarlo de manera estricta.

D. Daniel Juan

D. Daniel Juan, director de la Oficina de Protección del Menor del Arzobispado de Valencia.

“Es importantísimo, porque ante situaciones delicadas en las que nos podemos encontrar, no solo la denuncia de un caso de abuso sexual a un menor, sino cualquier tipo de noticia que nos llegue” y que esté relacionada, hay que “saber cómo actuar, porque estamos tratando un problema delicado”. En su opinión, se trata de una herramienta necesaria “para acompañar al niño que supuestamente ha sido agredido o abusado” y, además, para “saber actuar, porque también nos podemos encontrar con denuncias falsas y no hemos de precipitarnos”.

El Secretario Diocesano de Legislación, Patrick Salvador, quien presentó la sesión y le formuló a D. Daniel Juan las preguntas enviadas por las personas participantes en el ‘Espais Socials’, recalca que “lo más importante es la prevención. Si tenemos cubiertas las espaldas nos evitaremos este tipo de denuncias”.

Patrick Salvador

Patrick Salvador, Secretario Diocesano de Legislación.

¿Qué hacer si surge un caso?

Ante un posible caso de abuso sexual hay que informar al Consiliario y ponerse en contacto con la Oficina de Protección al Menor para que se activen los mecanismos del protocolo y comenzar una investigación. El siguiente paso sería hablar con la familia del menor afectado. “Si tenemos conocimiento de que está ocurriendo tenemos la obligación legal de comunicarlo. No podemos guardarlo, sino transmitirlo a los organismos correspondientes, tanto civiles como canónicos”, expuso en su intervención el sacerdote, quien recordó que ahora la Iglesia también puede procesar penalmente a los laicos y enumeró brevemente las sanciones a las que se pueden enfrentar las personas responsables de un abuso.

Reparación del daño

“La reparación del daño es fundamental. Todo lo que ha ocurrido en el pasado no lo podemos cambiar. A nosotros nos gusta hablar de reparación porque pensamos que para los niños es fundamental curar las heridas y sanarlas. Son heridas que tienen con ellos mismos, porque cuando crecen muchos lo hacen con un sentimiento de responsabilidad. Se tienen que ir curando las heridas en los ámbitos psicológico, físico y espiritual, por eso nos gusta hablar de una restauración integral. Hoy en día se habla de indemnización a las personas abusadas”, afirma. Para D. Daniel Juan, “estaríamos haciendo un flaco favor a aquellos que han sido abusados si los tratamos de esa forma, solo hablando de ayudarlos materialmente, porque la ayuda debe ser integral. Y también en el caso de la persona que ha cometido el abuso, quien también pasa por un proceso propio restaurativo de curar heridas y darse cuenta de lo que ha hecho”.

“Debemos seguir generando lugares seguros para todos y toda la formación que vaya en esta dirección tendrá cabida en los próximos ‘Espais Socials’, una iniciativa que creo que debemos cuidar si queremos ofrecer en nuestra labor evangelizadora lo mejor de nosotros”, subraya Luis Albors.

Descarga la Guía que resume el Protocolo de Protección del Menor AQUÍ